El orden en mi espacio de trabajo
- Sandra Trujillo
- 1 ago 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 26 sept 2024
Estoy segura de que a muchos les ha pasado lo siguiente. Cuando era estudiante -incluso me atrevo a decir que hasta ahora me pasa- tenía un problema para poder sentirme cómoda. Mi área de trabajo se encuentra en mi cuarto. Muchos pensarán de que tal vez me distraía o que mi cama me tentaba a dormir, pero no. El problema era el espacio. Para comenzar, comparto habitación con mi hermana. Eso quiere decir que hay dos camas y dos escritorios, muy a parte del armario y el closet. Sé que no es buena idea que un cuarto sea tu área de trabajo, pero es lo que hay por el momento.
Habían ciertos problemas como la cantidad de espacio, el desorden, etc. que impedían que pueda sentirme cómoda al momento de realizar algún trabajo.
Personalmente soy fiel creyente que todo diseñador tiene alma de artista, tal como era el lema de Toulouse Lautrec cuando era cachimba. Todo artista se inspira de lo que observa a su alrededor y este influye en su diseño. Por lo tanto, el espacio de trabajo de un diseñador es muy importante. En el transcurso de mi primer año aprendí ciertos tips que ahora compartiré con ustedes.

1. Mantener tu sitio siempre ordenado
Seguramente ahora tu lugar de trabajo está hecho un caos. No te preocupes, es momento de comenzar de nuevo. Observa tu lugar de trabajo tal como está ahora y visualízalo cómo quieres que esté siempre.
Despeja la mesa del escritorio seleccionando lo que te sirve y lo que no. Lo que vas a desechar colócalo en una gran bolsa. Quédate con lo que en serio necesitas. Realiza la misma acción con el contenido de tus cajones y tu armario.
Trata de que siempre esté ordenado, tal como lo dejaste. Has visto esos letreros en los baños que dicen «Deja todo como te gustaría encontrarlo». Has lo mismo con tu espacio de trabajo. Estoy segura de que tu "Yo del futuro" te lo agradecerá.
2. No seas sentimental. Si no te sirve, bótalo.
Sé que muchas veces cuesta botar algo por el hecho de ser "precavido" y pensar de que lo vas a necesitar más tarde. ¡No! Cuando sientas esto pregúntate: ¿Lo quieres o lo necesitas? ¿En serio lo vas a necesitar? ¿Qué tan grave sería si te deshaces de eso ahora?, ¿no lo puedes conseguir después? Contesta las preguntas de forma sincera y honesta. «¿Pero y si lo llego a necesitar?». Puedes comprarlo. «Lo usaré al terminar». No hagas promesas que no vas a cumplir. «Esta algo roto, pero aun sirve». Si puedes comprar otro, bótalo.
No te sientas mal cuando lo botes, recuerda que vale la pena porque ganaras un sitio limpio y ordenado. Es el primer paso para la sanación.
Te recomiendo realizar este procedimiento una vez a la semana. Sé que al inicio dará pereza, pero trata de que sea un hábito. Será bueno a la larga.

3. Bautiza en cada sección de tu área de trabajo
Tranquilo, no es un acto religioso. En japón, suelen bautizar cada área para algo. Por ejemplo, el lugar donde van las llaves. Si un japones determina que el primer cajón de la derecha del armario que está junto a la puerta es el lugar para las llaves, ten por seguro de que jamás vas a encontrar las llaves en otro lugar que no sea ese.
Has lo mismo con tus cosas. Designa a cada cajón qué tendrá adentro. Por ejemplo, mi escritorio tiene tres cajones, uno principal y dos secundarios. He bautizado el cajón principal como el lugar donde estarán mis notas adhesivas, reglas de metal o de bisel, mi usb, un cuaderno de notas o bitácora pequeña (A6) para anotar ideas y una pequeña cartuchera con lo reglamental (lapicero, lápiz y borrador). Uno de mis cajones secundarios ha sido bautizado para colocar cuadernos de apuntes, otra bitácora, block de dibujo y dos pelotas antiestres. Aun me sobra espacio para colocar algún libro que esté leyendo para tenerlo al alcance de mi mano. En el último cajón se encuentran folderes con documentos importantes, como contratos (del trabajo, banco o seguro social), certificados, diplomas y un par de CV impresos (muy importantes). En este último también me sobra un poco de espacio por si llega otro documento importante.
Por si se lo preguntaban, cuento con un táper grande para guardar otros materiales que necesito, como temperas, acuarelas, estilógrafos, colores policromados, etc. Y cuando los necesito simplemente voy al compartimiento que hay en mi armario y allí esta el gran táper con todas mis cosas. Junto al contenedor están mis juegos de mesa, infaltables para una tarde entre amigos.
4. Ten lo que necesitas a la mano
Al momento de clasificar dónde irá cada cosa que tengas, prioriza dónde deben ir los materiales que más utilizas. No es una regla, pero sí te recomiendo que estas cosas esten juntas. En mi caso, utilizo más notas adhesivas y lápices para un curso que estoy llevando, por ello tengo separado una cartuchera con lápiz, borrador y lapicero, la cual se encuentra en el mismo cajón que los pos-it.
Por lo general, los lápices siempre son necesarios, por ello es esencial que tengas un porta lápices, allí también pueden estar lapiceros, resaltadores, una regla, una pantonera básica. Ten un calendario de pared, ocupa menos espacio y es mas visible cuando lo necesitas. Sé que ahora todo es digital, pero te sugiero que el calendario lo tengas en físico y que se encuentre al alcance de tu vista.
Si compartes cuarto al igual que yo, te recomiendo tener una linterna para aquellas noches de amanecida. Recuerda que la que se amanece eres tú y no tu compañero de cuarto.

5. Has un horario de limpieza
Es recomendable hacer esta limpieza una vez a la semana, de esta forma ordenas más tu espacio y te deshaces de cosas que no vas a necesitar. Esto te ayudará también para llevar un conteo de tu inventario.
Te paso un tip por si eres olvidadiza como yo. Luego de hacer el inventario de qué te falta, apunta en una nota adhesiva lo que necesitas comprar. Colócala dentro de tu case de celular, de esa forma podrás tenerla cuando pases por una tienda. Si gustas, le puedes tomar foto, pero personalmente se me hace un mundo buscarlo en mi galería.
Dime en los comentarios qué tal te fue con la limpieza de tu área de trabajo. ¿Lograste tenerlo así al menos durante un mes? A mí me tomó un año tratando de mantenerlo ordenado. Hubo caídas y flojeras, incluso ahora las hay. Pero no mentiré, se siente bien cuando todo está ordenado y limpio. Hay mayor inspiración.
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